Día 15: Carta al dinero

Pienso en tu existencia y te veo como un ser con dos caras y ambos sexos. Si, puede sonar algo extraño, porque normalmente vistes un traje elegante que te hace ver muy masculino y nada delicado y femenino a tu andar.

Pero yo sé que en tu interior naciste mujer. Por más que intentas demostrar lo contrario, eres una mujer que nació en un cuerpo masculino.

No te sientas mal por eso. Debe ser difícil tratar de aparentar algo que no eres, y siempre ser buscado únicamente por interés.

Quiero que sepas que en muchos aspectos eres un ser importante, tu posesión no garantiza la felicidad, pero da la estabilidad necesaria para poder ayudar a los más necesitados.

En la medida necesaria y sabiendo utilizar tus proporciones puedes dar alivio en tiempos de crisis, aunque a veces seas motivo de pereza y comodidad malsana.

No todo lo que brilla es oro, dice el dicho. Espero que alguien te pueda dar la felicidad y comprensión que tanto necesitas. Esa que no puedes comprar, y que por más que intentas alcanzar, acabas perdiendo.

No te sientas utilizada, muchas personas no han podido ver lo hermosa que puedes llegar a ser.

Te confieso que la primera vez que te tuve en mis manos, sin trabajar en tenerte, únicamente pensé en satisfacer mis deseos. Más tarde comprendí qué hay cosas que puedo mejorar a mi alrededor con tu ayuda.

Sé que te da tristeza el no poder hacer nada cuando de salud se trata. Cada día trabajas en ello, y tienes la esperanza de mejorar ese aspecto de tu vida.

No te preocupes, a veces no es culpa tuya. Muchos de nosotros pasamos la vida tratando de tenerte y descuídanos lo más importante para poder continuar: La Salud.

Estoy aquí para darte ánimos, y con estas letras ayudar a impulsar esos logros que tanto anhelas y que nadie entiende.