Día 23: Tu Mamá Consigna: ¿Cómo te pareces a tu Mamá?

Con el tiempo nos damos cuenta de que esas pequeñas cosas que nos molestaban de pequeños y que nuestras madres tanto nos decían, las vamos repitiendo a su paso.

Pasado y Futuro, de a poco vuelven a aparecer, como una especie de Deja Vu. Estas experiencias no nos hacen ni más ni menos de lo que ya somos, nos regalan nuevos momentos para recordar a nuestros seres especiales a donde quiera que estemos.

Para escribir de Yrenes, debo pensar en los Nuñez. Ellos tienen carisma, (a Zeuxi OOO, decía mi abuela), y siempre te preguntarán si comiste, cuando visites su hogar. No acostumbran a tener filtro en las cosas que dicen, muestran su sinceridad a la primera. De todo sacan un cuento y una historia, que inevitablemente te hace reír.

Son exagerados, aunque digan que no lo son.

Mi mamá siempre se preocupaba por tener lista las comidas a la hora que tocaba comer. Se sabe el nombre de todo monte,fruta y vegetales que se pueda uno imaginar y para qué sirven.

Cuando llora y ríe lo hace con ganas, no de carcajada estruendosa, pero si con verdadero sentimiento. Y al cocinar siempre tararea alguna canción, aunque no se sepa bien la letra. Cuando te hace una pregunta, es porque ya se sabe todas las respuestas.

Creo que siempre que veo alguna cosa fuera de su sitio, y no puedo controlar el impulso de dejarlo así, en ese momento pienso: Allí esta Yrene, jajaja. Del resto no nos parecemos mucho.

Quisiera tener la mitad de valentía que la define, y la habilidad de sus manos al momento de tejer o preparar comidas tan exquisitas. Si tuviera una hija me gustaría poder hacer la variedad de trenzas que me hacía, y tener esa caligrafía al momento de agarrar un lápiz y papel.

Espero que dejando a un lado los errores, tropiezos y sacrificios de la vida, pueda sentirme orgullosa de mi legado, al igual que mi Mamá. Y te preguntaré

cuando me vengas a visitar si ya comiste.