Día 27: Mapa de Sonidos y Olores Consigna: Sal a dar una vuelta y escribe un mapa de sonidos y olor
- Papyruz

- 5 feb 2021
- 2 Min. de lectura
Ya comienza a sentirse el calor, pero no ese que estoy acostumbrada a sentir. El que se asomaba por mi ventana, recordándome la eterna primavera y el sonido melodioso de los azulejos al despertar.
Al cerrar la puerta comienzo a percibir una mezcla de aromas provenientes de varios países. A pesar de llegar filtrados a mi nariz por el uso de la incomoda pero necesaria mascarilla, puedo distinguir entre la bandeja paisa colombiana, el sancocho dominicano, un asado chileno y el pabellón venezolano.
Muy a lo lejos se escucha el sonido de un gallo, esto es extraño, y no se si es producto de un recuerdo auditivo de mi pasado. Digo que es extraño porque me encuentro en pleno centro de la ciudad, donde el ruido de los edificios en
construcción y el sonido de los autos al pasar por las avenidas, no dejan espacio para escuchar las melodías de la naturaleza.
Al cruzar la calle, me detengo para dar paso a un perro que persigue asustado a un gato. En ese momento se voltea alterado y comienza a ladrar con las orejas caídas por el sonido de unos camiones de bomberos que ensordecen con sus sirenas.
La mascarilla me molesta, pero es preferible tenerla puesta, con ella evito oler en su totalidad el humo del cigarro, la contaminación y el polvo de los edificios en construcción.
Pero muy a lo lejos al final de la calle, puedo escuchar la melodía de un piano. Una melodía hermosa en medio del ruido de la ciudad, sigo caminando y percibo el aroma de panes recién horneados.
La brisa me acaricia con una vocecita que me dice ven aquí, quedo atrapada en un abrazo que hace detener mi tiempo. Y de la manera más rápida y tierna que puedo imaginar percibo el mejor de los olores.
Este olor es indescriptible, pero hace que se activen todos mis otros sentidos,
y de una manera simple pero bella, me hace sentir feliz y agradecida con la vida.


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