Día 34: A un amigo que murió

Hola loquita,

Te imagino llena de amaneceres llaneros en ese plano, eras más joven que yo pero tenías una gran madurez. Fuiste de mis mejores compañeras de trabajo, y está carta ya la había escrito el mismo día que te fuiste.

He tenido la dicha de poder despedirme de cada uno de mis amigos que se han ido sin avisar. Aún recuerdo ese abrazo que nos dimos y la alegría en nuestros recuerdos.

Estoy segura que disfrutaste esa Semana Santa muchísimo. Que aprovechaste el calor del sol y la brisa de la playa. Bailaste hasta el amanecer y cantantes tus mejores canciones.

Estabas destinada a comprar ese pasaje de retorno y ocupar ese puesto que te llevaría a otro mundo. No es fácil procesar este tipo de noticias, porque te fuiste joven y con mucho por terminar.

Te admiro y admirare siempre. Me enseñaste a buscar opciones, donde otros no las veían. A reforzar mi creatividad para lograr los mejores resultados, y a trabajar de una manera divertida.

Hiciste que mi trabajo no remunerado fuese el mejor que he tenido en mi vida. Gracias por tu abrazo eterno.

Atentamente,

Una chamita