Día 36: Al desayuno

Usted es el Rey definitivamente, discúlpeme por esas veces que lo olvide por estar ocupada y alguna que otra por quemarlo sin causa. He comprendido la importancia que tiene para comenzar el día con la suficiente energía. Mis amigos los postres me lo agradecen.

Si supieras lo feliz que me haces cuando llegas en forma de arepas. Solas o viudas, con carne, queso, pelua o sin pelo. Y cuando vienes con ese porte de realeza ufffff. Abran paso que llego la reina.

Eres tan bueno o mejor que el señor de la carta seis. Te disfruto en su máxima expresión y no puedo saltarte.

Mi día se complementa con tu presencia. A veces te presentas en mi plato en forma de almuerzo y te adelantas al futuro, pero tranquilo que no pasa nada, sigues siendo divino en cualquier tiempo.

Es increíble esas maneras que encuentras de transformarte cada día y siempre tratas de adornar mi plato con hermosos colores. Lo que más me gusta de ti, son esas veces que llegas por sorpresa hasta mi cama, y sin necesidad de prepararte y servirte te dejas comer completamente.

El mundo necesita más como tú. Espero que algún día tengas la capacidad de llegar a los más necesitados con solo mencionar tu nombre