Día 43: Fantasía Erótica

A veces me pones de cabeza, y está es una de ellas. No me acuerdo cuando apareciste ni cómo, pero eres una pícara. Apareces cuando menos uno piensa y te alojas allí como una especie de arenilla en mi zapato.

No importa la sensación que provocas en mis pies, a la final la mente es poderosa, o se acostumbra o me hace quitar el zapato. Sales así como entraste y vuelves aparecer cada cierto tiempo para apoderarte de mis pensamientos.

Eso debe ser parte de la salud mental. No creo que puedas llegar a lastimar a alguien con esa imaginación alocada e inusual. A menos que se te ocurra aparecer a 3.000 metros sobre el nivel del mar y sin frenos para disminuir el impacto a tierra.

Como sea, quiero agradecerte las veces que has aparecido en mi mente y las sensaciones buenas afloradas a mi alrededor. La Alegría se siente en el aire que respiro, y en mi boca puedo percibir ese rico sabor a tartaleta de fresa con chocolates.

El cielo en la tierra