Día 5: Escribe una carta al COVID-19

Comenzaré hablándote con total naturalidad porque es lo que acostumbro hacer cuando estoy en peligro. Esto no quiere decir que me encuentre en tal situación, pero a mi alrededor he presenciado lo devastador que puede ser tu presencia.

No te culpo, porque desconozco la razón de tu llegada a este mundo. Quiero pensar que no fuiste creado, porque eso nos convertiría en el verdugo y no en el hacha. Así que te hablaré imaginando que fuiste un enviado de la naturaleza para hacernos entender que debemos parar, o al menos tratar de disminuir su progresiva destrucción.

Con tu presencia muchos de nosotros hemos aprendido a valorar las cosas más importantes. Nuestra salud, el poder de dar un abrazo y la necesidad de conectarnos con nuestros seres queridos.

Llegaste a nuestro mundo como una especie de villano, pero sin presencia física. Con ello nos hiciste ver, que hasta el ser más pequeño puede ser la causa de nuestra destrucción. No estamos preparados para enfrentarlo.

Cada día mueren muchas personas en nuestro mundo, por diferentes causas. La cura está en nuestras manos, pero aún así siguen muriendo. Los débiles y desprotegidos son los más afectados, pero la mayoría suelen ser olvidados por los más fuertes.

Deseo que tu misión, cualquiera que sea, este por cumplirse, y que tu onda expansiva nos haga ver luz y no oscuridad. Mientras tanto, seguiré haciendo mi ritual de purificación al salir y entrar en mí casa, porque tus visitas están prohibidas.